Entrenador de escalada profesional
“VÍA RAVIER” 390m (6B)
Escalar en Ordesa es como escalar en un lugar mágico fuera de este planeta, especialmente si hablamos de La Ravier, una vía con historia cuya apertura se remonta a la primavera de 1957. Esta ascensión al Tozal del Mallo marcó el comienzo de la exploración en éstas paredes, exploración que se ha mantenido durante más de medio siglo por grandes escaladores.
Los 390 metros de la vía tienen una dificultad máxima de 6b, y conseguirán que tengas que concentrarte para no despistarte. La escalada suele llevar de 7 a 9 horas que contando aproximación y retorno pueden salir unas 12 horas de actividad.
Puede que hayas escuchado que es el itinerario más fácil de Ordesa. No te confíes, porque realmente no es así y puedes encontrar vías más sencillas, pero sin duda, es una vía obligatoria si lo que te gusta es la aventura y las vías largas de autoprotección.
Aproximación: Si la vas a realizar en verano, el desplazamiento a la pradera se hace en autobús. Desde la pradera hay que subir por el camino de las clavijas de Salarons hasta una marcada curva a derechas, donde cruzaremos para acercarnos a la base del Tozal.
L1 (70m, IV): El largo comienza al final de un tronco seco muy evidente. Nosotros hicimos la mitad del largo en zapatillas y sin encordarnos, aunque realmente se puede hacer así los 70 metros. Desde la mitad del largo (foto), simplemente hay que caminar por la hierba.
L2 (30m, V): Aquí hay que escalar algo más aunque sigue siendo una escalada fea. Desde la reunión salir hacia la izquierda para luego hacer una travesía a derechas. Hay un cordino que despista, nosotros chapamos ese cordino y luego hicimos la travesía a derechas con mucho roce, es preferible hacer la travesía mucho antes de llegar al cordino. El largo finaliza a los pies de un diedro con un bloque empotrado donde hacemos reunión.
L3 (30m, V): Abandonamos las terrazas con hierba para empezar a escalar de verdad. Desde la reunión hay que superar el diedro por la derecha del bloque empotrado, después escalar el techo por la izquierda y realizar una travesía a derechas por encima del techo hasta llegar a la reunión.
L4 (30m, 6b): Comienza la famosa chimenea lisa y resbalosa, que con el paso de los años ha conseguido una dificultad de 6b a pesar de que en los croquis se identifica como un largo de 6a. Hacía 4-5 días que no llovía por aquí y aun así estaba empapado (tenerlo en cuenta), por lo que aumentaba la dificultad. El largo no tiene pérdida, hay que escalar la chimenea hasta salir para hacer una travesía a derechas.
L5 (20m, 6a+): Puede que sea el mejor largo de la vía, estás escalando canto grande en un muro desplomado de un rocódromo, pero con mejores vistas. Hay que salir a la izquierda sorteando techitos y ejecutando pasos ligeramente desplomados. La reunión debería hacerse en un gendarme con un lazo más 3 clavos (croquis de Luichy), pero creo que nosotros avanzamos un poco más y montamos reunión a los 40m.
L6 (30m, V+): Desde nuestra reunión, continuar por terreno mucho más sencillo hasta llegar a una repisa donde hay un cordino blanco y montar reunión.
L7 (30-50m, 6a): Desde aquí escalar por el diedro de la derecha con cuidado al roce de las cuerdas, a mitad de largo hay un paso duro. De nuevo montamos reunión más arriba de lo marcado por el croquis.
L8 (60m, V+): Al montar las reuniones por encima de lo marcado en los croquis en el largo 5 y 7, esto nos permite llegar a la cima del Tozal desde aquí en un largo y realizar un total de 8 largos. Los últimos metros no tienen pérdida, consisten en escalar recto siguiendo chimeneas y diedros.
Descenso: Al finalizar la vía hay que caminar hasta la cima del Tozal del Mallo, y por una senda (foto) sin dificultad hasta el circo de Salarons, donde utilizaremos las Clavijas de Salarons realizando dos destrepes sencillos. Más adelante continuar sin pérdida hasta el cruce del camino de aproximación que nos llevará de nuevo a la pradera.
