Según afirman Schöffl. et al. (2009):
“El agarre en arqueo es usado para maximizar el contacto entre las puntas de los dedos y los agarres extremadamente pequeños. En esta posición, el ligamento interfalangeo proximal (LIP) está flexionado 90º o más y el ligamento interfalángeo distal (LID) está en hiperextensión. La alta tensión creada en los tendones flexores profundos (FDP) y superficiales (FDS) sumada a la flexión extrema de los ligamentos, conlleva una alta demanda en el sistema de poleas anulares, provocando como consecuencia la ruptura de las mismas” (p. 2183).
El agarre en arqueo es la causa principal de ruptura de la polea A4, mientras que el agarre en extensión es peligroso para otro tipo de lesiones como fallos óseos y ruptura de tendón debido a la fuerza registrada en los tendones flexores y en la punta del dedo Schöffl et al. (2009).
Otro motivo de lesión en las poleas según apunta Moor et al. (2009) es la fricción, es decir, durante un agarre en arqueo cuando los pies se desprenden bruscamente de la roca o durante un movimiento dinámico hacia un agarre lejano, los dedos experimentan un aumento repentino de la carga y es en esa situación cuando la fricción puede contribuir a esta lesión.
Autores como Klauser, Frauscher, Gabl y Nedden (1999), también indican que el agarre en arqueo provoca que exista una mayor tensión sobre las poleas anulares de los dedos y sobre los LIP. Al mismo tiempo, Schweizer (2001), realiza un estudio llegando a la conclusión de que la tensión que se produce en la polea durante el agarre en arqueo es superior a la tensión producida en el agarre en extensión, en concreto 20 veces mayor. Vigoroux, Quaine, Labarre-Vila y Moutet (2006) comprueban que las fuerzas que actúan sobre las poleas A2 durante el agarre en extensión son 36 veces más bajas que durante el agarre en arqueo, mientras que las fuerzas de las poleas A4 solo son 4 veces más bajas, estos resultados son bastantes fiables ya que utilizan un procedimiento y modelo biomecánico que permite la estimación de las tensiones de los tendones y de las fuerzas de las poleas, cruciales para el conocimiento sobre lesiones en los dedos en este deporte.
Según la bibliografía revisada las lesiones provocadas durante el agarre de arqueo son provocadas fundamentalmente por la fricción existente entre los flexores de los dedos y las poleas anulares, ya que es en este gesto como hemos visto anteriormente cuando aumenta la fricción y las poleas tienen que aguantar más tensión.
En cuanto al agarre en extensión, según lo mencionado en párrafos anteriores, no suele generar lesiones en las poleas. No obstante, eso no implica que este agarre no genere otro tipo de lesiones, como roturas de tendones o tenosinovitis según menciona Schöffl et al. (2009). Debido a que en el agarre en extensión las fuerzas se reparten de manera más o menos equitativa entre el FDP y FDS, en consecuencia reduciendo la tensión en las poleas, esto implica que los tendones se vean más afectados Vigoroux et al. (2008).
READAPTACIÓN DE UNA LESIÓN DE POLEA
Vamos a lo que seguramente más te interesa… ¿Cómo me recupero de mi lesión? Antes de nada tenemos que diferenciar si estamos ante una rotura parcial o completa de la polea y si es una sola polea o varias.
Siguiendo la clasificación de lesiones de polea de Volkerschoffl, entendemos como:
- Grado 1: alteración de las fibras de la polea, sin distancia tendón hueso (DTH) mayor de 2mm.
- Grado 2: Rotura completa de la A4 o rotura parcial de las poleas A2 y A3 (DTH <2mm).
- Grado 3: Rotura completa de las polea A2 y A3.
- Grado 4: rotura de múltiples poleas o lesión de poleas combinado con lesión de otros músculos de la mano (lumbricales) u otros ligamentos de los dedos.
Las lesiones que comprenden del grado 1 al grado 3 pueden tratarse con tratamiento conservador (sin cirugía), mientras que las lesiones de grado 4 requieren tratamiento quirúrgico debido a la inestabilidad y disfunción que conllevan.
Seguramente ahora te estarás preguntando, en que consiste ese tratamiento conservador sin cirugía. ¿Tengo que entrenar fuerza? ¿Tengo que escalar suave? ¿Tengo que hacer ejercicios de flexibilidad?
¿Qué es lo mejor que puedes hacer? Te explico lo que dice la ciencia:
Existe un meta-análisis de Lauersen, Bertelsen y Andersen (2014) en el que se incluyen 25 estudios con un total de 26.000 personas y alrededor de 3.500 lesiones con el objetivo de determinar que herramienta preventiva puede reducir en número las lesiones deportivas. Llegando a la conclusión de que no se reportaron beneficios en los estiramientos en cuanto a la prevención de lesiones se refiere, sin embargo el entrenamiento de propiocepción resultó reducir en un 45% el riesgo de padecer lesiones, mientras que el entrenamiento de fuerza en un 68%.
La conclusión de Lauersen et al. (2014) en cuanto al entrenamiento de fuerza, refuerza lo dicho por (Kulund, 1990; Romero y Tous, 2011 y Walker, 2010), los cuales justifican que una planificación del entrenamiento de la fuerza tiene unos efectos específicos en los músculos estimulados en dicho entrenamiento haciendo que estos sean capaces de absorber más energía si los comparamos con aquellos que no han sido estimulados de la misma manera. Por lo tanto, el entrenamiento de fuerza ayuda a impedir lesiones, ya que promueve una mayor estabilidad de las articulaciones y capacita al deportista para mover con más rapidez evitando desgarros. El mismo grosor y fuerza obtenido en los músculos protege estructuras subyacentes y tendones.
En contra a lo que dice Lauersen et al. (2014) acerca de los estiramientos, Schöffl et al. (2016), indica que la escalada adopta movimientos específicos que requieren de cierta longitud de determinados músculos y que por lo tanto la flexibilidad debe ser entrenada para la prevención de lesiones, al igual que para evitar desequilibrios musculares como pueden ser tener un cuádriceps fuerte y un bíceps femoral acortado.
Una vez mencionado todo esto, se puede sacar como conclusión que el entrenamiento de fuerza podría ser la herramienta más beneficiosa para la prevención y readaptación de lesiones específicas en los dedos.
PROTOCOLO DE READAPTACIÓN DE LESIÓN DE POLEA EN ESCALADORES
Antes de hacer un protocolo de readaptación para tu lesión, insisto, debes previamente acudir a un fisioterapeuta especializado en escalada, para que te valore, te trate y pases con él una fase de rehabilitación. Cuando haya ocurrido todo esto, puedes empezar una fase de readaptación. A continuación te muestro una breve guía que te puede ayudar si estás en esa fase mencionado anteriormente. Pero… es ¡IMPORTATE! que sepas que este protocolo es orientativo y general y no sustituye el trabajo individualizado de un profesional.
1.- MASAJE CIRCULATORIO: Deslizar el anillo de acupresión sobre el dedo aumentará la circulación a los dedos. Los dedos están lejos del corazón y las poleas carecen de un flujo sanguíneo adecuado. Es importante aumentar la cantidad de sangre a la polea para acelerar la recuperación.